BICENTENARIO del Grito Camba

Masacre de Vallegrande 1813

Asimismo, los valles cruceños seguían interponiéndose a las aspiraciones de las tropas realistas de hacerse la victoria. El 20 de diciembre de 1812, la población de Angostura, entre Mataral y Trigal, se enfrenta con una patrulla realista en un sangriento combate callejero en donde se produjeron grandes bajas en ambos bandos. Producto de la derrota patriota cae preso el caudillo Apolinar Rocha, Juan José Galarza y otros patriotas, los que fueron fusilados el 23 de diciembre.

Los primeros meses del siguiente año de 1813 fueron terribles y de mucho sufrimiento para Vallegrande, muertes, robos, incendios, saqueos, extorciones y otros excesos fueron cometidos por las salvajes tropas reales al mando del Coronel Antonio Landivar, quien aplico al pie de la letra las diferentes ordenes de Goyeneche que en partes sobresalientes instruía obrar con energía en la persecución y castigo de todos los que hayan tomado parte de la conspiración de Vallegrande, sin más figura de juicio… aplicando la pena de muerte a verdad sabida,… si es posible no quede ninguno… sabida la verdad y convicto por ello, los pase por las armas… Apruebo la contribución impuesta a todos los habitantes que han tomado parte de la conspiración o la hayan mirado con apatía o indiferencia… No deje delincuente sin castigo a fin de fijar escarmiento en los ánimos de esos habitantes.

Landivar ordena se instalen Cadalsos en la plaza en donde se ejecutaron a 54 prisioneros y los cadáveres mutilados, repartiendo sus cabezas, brazos y piernas en todas las calles y en los caminos por donde transitaban los vecinos, esto para mostrar lo que les pasaría si se animaban a ir en contra del Rey.

El historiador y político argentino Bartolomé Mitre, al referirse a este episodio señala:

Había sido este uno de los agentes más despiadados de las venganzas de Goyeneche, y en consecuencia el general San Martin le mando formar causa “no por haber militado con el enemigo en contra de nuestro sistema, sino por las muertes, robos, incendios, saqueos, violencias, extorciones y demás excesos que se hubiese cometido contra el derecho de la guerra”

Reconocidos los sitios en que se cometieron los excesos i levantaron los cadalsos por orden de Landivar, se comprobó la ejecución de 54 prisioneros de guerra cuyas cabezas i brazos habían sido cortadas i clavadas en las columnas miliarias de los caminos. El acusado declaro que solo había ajusticiado a 33 individuos contra todo derecho, alegando en sus descargos, haber procedido así por órdenes terminantes de Goyeneche, las que exhibió originales.

Sobre el cumplimiento de esta orden, el religioso e historiador vallegrandino Adrian Melgar i Montaño escribía: Landivar, el inestimable, hizo gemir a Valle Grande. Elocuente i mudo testigo es el árbol de algarrobo que aun existe en la plaza de Chilón, ostentando su frondoso tallo, donde fueron ahorcados centenares de patriotas. Azotes, hogueras, horcas, mutilaciones, incendios, extorsiones, robos, saqueos, contribuciones violentas, matanzas, exterminio, era el plan guerrero de Landivar, que no respetaba ni pudor, ni el derecho de gentes. Las plazas, calles, paredes, caminos, arboles, columnas, i hasta las piedras, son testigos, que hoy sirven de monumento, de hechos que rayan de salvajismo caníbal y vandálico, porque dieron hospedaje a cadáveres insepultos i a miembros o cráneos mutilados o sirvieron de picota. Landivar sembró el terror i cosecho el calor triunfante de los patriotas.

El 15 de enero de 1813 el coronel Antonio Landivar fue sentenciado a muerte y dicha sentencia elevada a consideración del Libertador San Martin quien dice… cúmplase.

Texto tomado del libro:

Santa Cruz y el Proceso Independentista Hispanoamericano de Bismark A. Cuéllar Chávez

Imágenes de:

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Por: Richard Osinaga Muñoz 

Miembro Activo Movimiento Nación Camba de Liberación